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Recuperación tras una lesión medular: sesión de preguntas y respuestas con los directores médicos de Verita Neuro

En una reciente sesión de preguntas y respuestas, transmitida en vivo por YouTube y Facebook, los directores médicos de Verita Neuro, la Dra. Beatriz Pérez Hernández y el Dr. Nasir Majeed, se unieron a la Directora de Servicios al paciente, Hanna Charles, para abordar los fundamentos de la lesión medular, la recuperación de los pacientes y las opciones de tratamiento más innovadoras que ofrece Verita Neuro. La transmisión, realizada en el marco del Mes de Concientización sobre la Lesión Medular, incluyó preguntas del público en tiempo real y cubrió temas clave como la estimulación epidural, la terapia con células madre, la rehabilitación y la vida tras la lesión, brindando información basada en la amplia experiencia clínica del equipo de Verita Neuro.

Fundamentos de las lesiones medulares

¿Cuáles son las principales causas de las lesiones medulares?

La lesión medular puede ser consecuencia de cualquier daño a la médula espinal, ya sea traumático o no traumático. Las causas más comunes de lesiones medulares traumáticas son los accidentes de tráfico y las caídas. Las lesiones medulares no traumáticas pueden deberse a un accidente cerebrovascular medular o a hemorragias en la columna.

Las causas no traumáticas representan una minoría de los casos y pueden incluir tumores, infecciones virales o bacterianas, complicaciones tras una cirugía, o estar asociadas con cáncer u otras enfermedades crónicas.

En Verita Neuro, la mayoría de las lesiones medulares que tratamos son de origen traumático. Las más frecuentes son los accidentes de tráfico, seguidos por las caídas desde alturas. También son comunes las lesiones derivadas de deportes extremos, accidentes de motocicleta y clavados al agua.

¿Cuál es la diferencia entre cuadriplejia y paraplejia?

Dependiendo de la ubicación de la lesión, esta puede afectar las funciones del cuerpo superior o inferior. En algunos pacientes con lesión en niveles bajos de la columna, como torácico o lumbar, se habla de paraplejia, que afecta principalmente las funciones de las extremidades inferiores. En otros pacientes, cuando la lesión se encuentra en niveles altos de la columna, a nivel cervical, se ven afectadas tanto las funciones del cuerpo superior como del inferior, lo que se conoce como cuadriplejia. Sin embargo, algunas lesiones a nivel cervical solo provocan paraplejia.

¿Cuál es la diferencia entre una lesión medular completa e incompleta?

En Verita Neuro seguimos las pautas de la American Spinal Cord Injury Association (ASIA), que utiliza la escala ASIA para clasificar el tipo de lesión medular. Esta escala, reconocida internacionalmente, evalúa tanto la función motora como la sensorial, lo que nos permite determinar no solo cuánto puede moverse un paciente, sino también cuánto puede sentir.

La función motora se analiza mediante los miotomos, que son grupos musculares controlados por un solo nervio espinal, mientras que la función sensorial se evalúa a través de los dermatomos, que son áreas de la piel inervadas por un solo nervio. Evaluando cada parte del cuerpo, podemos identificar con precisión qué está ocurriendo en segmentos específicos de la médula espinal.

El factor clave que diferencia una lesión completa de una incompleta son los segmentos sacros, específicamente S2 a S4. Al aplicar la escala ASIA, se revisa la función motora y sensorial en estos segmentos:

  • Si no hay función en S2 a S4, la lesión se clasifica como completa (ASIA A).
  • Si existe alguna sensación o control motor, se considera una lesión incompleta, clasificada entre ASIA B y ASIA E, cada una con un pronóstico y posibilidades de recuperación distintas.

En otras palabras, la presencia de sensación o movimiento en los segmentos S2 a S4 puede cambiar la clasificación de ASIA A (lesión completa) a ASIA B (lesión incompleta), lo que tiene un impacto directo en el manejo y las expectativas de recuperación del paciente.

¿Cómo se diagnostica y evalúa una lesión medular tras el trauma inicial? ¿Qué sucede durante las primeras horas y días posteriores a la lesión?

El diagnóstico de una lesión medular comienza con la historia clínica y un examen físico exhaustivo. Para confirmar la ubicación y la naturaleza de la lesión, las herramientas más importantes son la resonancia magnética (RM) de la columna y la tomografía computarizada (TC). Generalmente se utilizan ambas, ya que cada una ofrece información complementaria que, en conjunto, brinda una visión completa del daño.

Tras el trauma, los pacientes suelen encontrarse en situación de emergencia médica y con frecuencia presentan politraumatismos, es decir, múltiples lesiones derivadas del mismo accidente. Por ejemplo, tras un choque vehicular, un paciente podría tener fracturas faciales, lesiones en el bazo o perforaciones pulmonares.

Es común también que se presente el “shock medular”, un estado en el que la médula espinal deja de funcionar temporalmente. Durante este periodo, el paciente puede requerir soporte respiratorio o asistencia vital. Por lo general, después de unas 24 horas, la función comienza a recuperarse, aunque en algunos casos el shock puede prolongarse durante días o incluso semanas.

Durante las primeras semanas y meses, es muy difícil predecir las consecuencias a largo plazo, ya que la recuperación es variable. Dentro de los primeros seis meses, muchos pacientes pueden recuperar parcialmente la función motora y sensorial, incluso sin tratamiento específico. La magnitud de esta recuperación depende directamente de la gravedad y extensión de la lesión.

¿Cómo es la vida después de una lesión medular?

¿Cuáles son los desafíos cotidianos más comunes que enfrentan las personas con lesión medular?

Desde fuera, muchas veces se piensa que la mayor dificultad para una persona con lesión medular es no poder caminar. Sin embargo, cuando se convive con estos pacientes, se comprende que enfrentan retos mucho más complejos que afectan profundamente su salud física y emocional. Entre ellos, se incluyen problemas de presión arterial, dificultad para regular la temperatura corporal, pérdida del control de los esfínteres y, por tanto, de las funciones urinarias e intestinales. También pueden sufrir dolor neuropático intenso y espasticidad muscular. A largo plazo, además, deben hacer frente a importantes desafíos socioeconómicos que impactan no solo al paciente, sino también a su familia.

Durante el Mes de la Concientización sobre la Lesión Medular, cuatro pacientes de Verita Neuro compartieron cuáles han sido los mayores desafíos que han enfrentado a lo largo de su proceso de recuperación.

¿Cómo impacta una lesión medular en la salud mental y qué tipo de apoyo existe para los pacientes?

Desde que comencé a trabajar con pacientes con lesión medular en 2006, he observado que el mayor impacto emocional inicial surge de la imposibilidad de caminar y de la incertidumbre sobre si podrán volver a hacerlo algún día. El momento en que el paciente toma plena conciencia de esta realidad suele ser profundamente difícil. Un diagnóstico incorrecto, al inicio, también puede tener un efecto muy negativo en la salud mental. Es frecuente que a muchos pacientes se les diga que nunca volverán a caminar, cuando esto no siempre es cierto. Contar con un diagnóstico preciso y una comprensión clara de la lesión y del pronóstico, es esencial para mantener la motivación, fomentar la participación activa en la rehabilitación y alcanzar los mejores resultados posibles. Es igualmente importante que la familia comprenda este proceso: a veces, tanto el paciente como su entorno esperan una recuperación rápida —por ejemplo, en un mes— y, al no ocurrir, aparece la frustración. Además, es común que los pacientes se comparen con otros que avanzan más rápido, lo cual puede resultar muy desalentador.

Con el paso de los meses, la dificultad para mantener una conversación cara a cara —teniendo que mirar hacia arriba desde la silla de ruedas o la cama— puede generar sentimientos de frustración, enojo o depresión. Por ello, es fundamental mantener una vida social activa, compartir tiempo con amigos y familiares, y procurar llevar una vida lo más normal posible, siempre con las precauciones necesarias y acompañada de fisioterapia constante.

En nuestra práctica, solemos recomendar tratamientos de apoyo para la salud mental, especialmente en casos de depresión o ansiedad, así como terapia psicológica, ya sea en sesiones individuales o grupales, que pueden marcar una gran diferencia. Y, por encima de todo, el acompañamiento cercano y empático de familiares y amigos es un pilar fundamental en la recuperación emocional del paciente.

¿Qué tipo de dispositivos y de tecnologías están disponibles para asistir y facilitar la vida diaria de los pacientes después de una lesión medular?

La disponibilidad de estos recursos varía según cada país, pero a nivel mundial existen numerosas tecnologías que pueden mejorar de manera significativa la vida diaria de las personas con lesión medular. Por ejemplo, hay herramientas sencillas como los alcanzadores (“reachers”), que facilitan tomar un objeto del clóset, un vaso en la cocina o incluso ponerse los calcetines. También contamos con andadores y bastones de soporte para ponerse de pie, muy útiles dentro del hogar. En algunos casos, las sillas de ruedas eléctricas son esenciales. En nuestra clínica, ayudamos a los pacientes con e-pacers, que funcionan como andadores avanzados: soportan parte del peso del cuerpo y facilitan ponerse de pie y dar los primeros pasos. A nivel mundial, existe una amplia variedad de exoesqueletos, que ofrecen múltiples beneficios: mejoran la salud ósea, respiratoria y gastrointestinal, permiten mantenerse en posición vertical y contribuyen al bienestar emocional del paciente. Es importante destacar que ninguno de estos dispositivos es una cura, pero todos ayudan a ganar independencia, facilitar las actividades diarias y favorecer la reintegración social.

¿Cómo mantienen su fuerza muscular los sobrevivientes de una lesión medular después del trauma?

La fisioterapia y la terapia ocupacional continuas son esenciales para mantener la salud general y preparar a los pacientes para futuros tratamientos. Muchas personas pierden motivación al escuchar que una recuperación completa puede no ser posible y que probablemente permanecerán en silla de ruedas. Sin embargo, incluso sin una cura total, la rehabilitación ayuda a prevenir complicaciones como pérdida muscular, fracturas, espasticidad, contracturas, escoliosis y alteraciones en la presión arterial, así como en la regulación de la temperatura. Además, aporta beneficios psicológicos significativos: los pacientes que se levantan, se preparan para el día y se comprometen con la terapia suelen lograr un mejor desempeño físico y emocional.

En nuestra práctica, damos un fuerte énfasis al entrenamiento con el propio peso corporal. Mantenerse de pie tiene efectos positivos en la salud cardiovascular, gastrointestinal y circulatoria, contribuye a regular la temperatura y ayuda a prevenir la degeneración muscular y ósea. Asimismo, el estiramiento regular es clave para reducir la espasticidad y mantener la flexibilidad. Aunque existen muchos tipos de ejercicios, la combinación de entrenamiento con el propio peso y los estiramientos constantes, es la herramienta más efectiva para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.

Mitos comunes acerca de la lesión medular

¿Es cierto que la recuperación de una lesión medular se detiene en los primeros meses?

Tradicionalmente, se ha pensado que la mayor parte de la recuperación ocurre durante los primeros 12 meses, y tanto pacientes como familiares, suelen asumir que ese es el límite. Sin embargo, desde que comencé a trabajar con lesiones medulares en 2006, he constatado que los pacientes pueden seguir mejorando mucho más allá de ese período. Hemos observado que pacientes crónicos, incluso cinco o veinte años después de su lesión, logran cambios positivos mediante protocolos específicos. La fisioterapia sigue siendo la piedra angular de la recuperación y el factor más determinante. Además, con los nuevos tratamientos innovadores, no todos los avances se limitan al primer año: la mejora puede continuar durante muchos años.

¿La lesión medular siempre provoca parálisis total?

Al principio, como mencionamos, ocurre el shock medular. Una vez que este se supera, podemos determinar el tipo de lesión medular que presenta el paciente, si es completa o incompleta. Esto nos permite establecer un pronóstico más preciso y evaluar la posibilidad de que un paciente pase de una lesión completa a una incompleta, lo cual puede ocurrir con el tiempo y con el tratamiento adecuado. Algunos pacientes conservan miotomos específicos que aún funcionan con fuerza normal, o al menos mantienen cierta capacidad de movimiento muscular o de percepción sensorial. Por ello, no todos los pacientes con lesión medular presentan parálisis total.

¿La lesión medular solamente afecta la movilidad?

Creo que esta impresión surge porque todos pueden ver a los pacientes con lesión medular en silla de ruedas y tienden a asumir que esa es la parte más impactante de su vida. Y, si bien es cierto, hay otros aspectos que resultan igualmente frustrantes. Muchos pacientes se preocupan mucho más por la pérdida del control de esfínteres que por no poder caminar, lo que tiene un impacto profundo en su salud mental, ya que depender de otros para algo tan íntimo resulta muy difícil.

La salud cardiovascular también se ve seriamente afectada. La presión arterial baja y los mareos frecuentes son problemas comunes. Al despertar, muchos pacientes deben esperar varios segundos o incluso minutos antes de poder incorporarse, porque la presión puede caer de manera repentina. Esto hace que sentarse erguido o trasladarse a la silla de ruedas requiera mucho más tiempo y esfuerzo; en algunos casos, la dificultad para ponerse de pie no se debe solo a la debilidad muscular, sino también a la baja presión arterial.

La regulación de la temperatura corporal es otro desafío importante. Algunos pacientes sienten frío intenso o calor extremo debido a que la función autónoma no está completamente regulada.

El dolor neuropático puede ser devastador; algunos pacientes lo experimentan de forma muy intensa. La espasticidad, aunque beneficiosa para la recuperación, también puede ser incómoda y afectar la calidad de vida.

Por último, las deformidades musculoesqueléticas y las fracturas representan un riesgo constante. Muchos pacientes son propensos a fracturas, lo que puede ser especialmente grave si no sanan correctamente o si hay problemas de consolidación ósea.

En conjunto, estos factores muestran que la vida tras una lesión medular implica muchos desafíos más allá de la movilidad, y requieren un manejo integral para mantener la salud física y emocional.

El equipo de Verita Neuro exploró cinco mitos comunes sobre la lesión medular en una reciente publicación de Instagram con motivo del Mes de la Concientización sobre la Lesión Medular.

Avances e innovaciones en el tratamiento de las lesiones medulares

Verita Neuro se encuentra a la vanguardia de las innovaciones en la recuperación de lesiones medulares. Me entusiasma poder compartir los tratamientos que ofrecemos y la esperanza que aún existe para los pacientes. Nos especializamos en opciones avanzadas, como la estimulación epidural de la médula espinal, siendo el único centro en el mundo que la ofrece en esta modalidad. También realizamos cirugía LamiSpine y aplicamos tratamientos con células madre. Cada paciente recibe un plan personalizado, que a menudo combina estas tres terapias junto con fisioterapia y terapia ocupacional. Todas estas opciones están diseñadas para mejorar la calidad de vida y, en muchos casos, recuperar funciones que se creían perdidas.

Estimulación epidural: el tratamiento estrella de Verita Neuro

¿Qué es la estimulación epidural y cómo funciona?

La estimulación epidural es uno de los tratamientos más demandados por los pacientes. Consiste en un dispositivo quirúrgicamente implantado que amplifica las señales eléctricas de la médula espinal que se han perdido a raíz de la lesión. No obstante, no es adecuado para todos y no siempre debe considerarse como la primera opción de tratamiento.

El dispositivo actúa potenciando los circuitos eléctricos residuales de la médula espinal. Durante la implantación, identificamos combinaciones específicas de electrodos que logran amplificar mejor estas señales, creando un “puente eléctrico” que permite al paciente recuperar el movimiento voluntario.

Tanto en lesiones completas como incompletas, la presencia de espasmos suele ser un buen indicio de que aún existen señales activas que pueden fortalecerse mediante la estimulación epidural. Además, realizamos pruebas previas para confirmar que las señales están presentes y pueden ser amplificadas de manera efectiva con el dispositivo.

¿Quién puede recibir estimulación epidural?

Este tratamiento puede aplicarse tanto en lesiones completas como incompletas, aunque se utiliza más comúnmente en lesiones completas o de nivel ASIA B. Según nuestra experiencia, los candidatos suelen tener entre 12 y 55 años. La edad no es un límite estricto siempre que el paciente se encuentre en buen estado de salud, continúe con fisioterapia y presente mínimas complicaciones.

¿Cómo se determina si un paciente es un buen candidato?

Llevamos a cabo una evaluación personalizada, revisando detalladamente el historial médico y el estado general de salud del paciente. Un factor determinante es la presencia de espasmos en la parte inferior del cuerpo, ya que esto indica que aún existen conexiones neuronales residuales que pueden ser potenciadas eficazmente con el estimulador.

¿Cómo se realiza la implantación del estimulador?

El procedimiento se realiza en quirófano por neurocirujanos altamente especializados y la implantación del dispositivo suele durar entre dos y cuatro horas. El estimulador cuenta con 16 electrodos, con polos positivos y negativos, que permiten configurar combinaciones eléctricas para restaurar las señales perdidas de la médula espinal. Tras la cirugía, los pacientes deben guardar reposo durante algunos días para evitar que el dispositivo se desplace y asegurar su correcta colocación y funcionamiento

¿Qué sucede después del procedimiento?

Tras la cirugía, se inicia el proceso intensivo de programación y mapeo del estimulador. Los 16 electrodos se ajustan de manera precisa para facilitar movimientos voluntarios específicos. Por ejemplo, si el objetivo es lograr la flexión de cadera, se calibra el dispositivo hasta que el paciente pueda ejecutar correctamente el movimiento. Este proceso se combina con fisioterapia, lo que permite potenciar los movimientos, mejorar la autonomía y aumentar significativamente la calidad de vida del paciente.

¿Cuánto dura el tratamiento?

La implantación de un solo estimulador epidural requiere aproximadamente 35 días consecutivos de terapia. Si se colocan estimulación cervical y lumbar, el programa se extiende a unos 55 días. Se trata de un proceso intensivo y exigente, pero fundamental para lograr los mejores resultados posibles.

¿Podría contarnos sobre algún paciente tratado con estimulación epidural cuya historia le haya marcado especialmente?

Sofía Corona sufrió un accidente automovilístico en enero de 2018 que le provocó una lesión medular a nivel C5, dejándola cuadripléjica. Un año después recibió el estimador epidural en Verita Neuro, Tailandia, y logró resultados sobresalientes. Hoy, Sofía puede conducir, usar sus manos para comer, maquillarse, arreglarse, vestirse e incluso jugar Jenga. También puede ponerse de pie, nadar y asistir a eventos sociales por su cuenta. Aunque todavía necesita ayuda con escaleras y para levantarse, está feliz de compartir su experiencia con quien quiera contactarla en redes sociales.

Otro caso destacado es Joao Becker, paciente de Brasil, con lesión a nivel T5-T7. Hoy es culturista, camina constantemente con su andador y disfruta recibir mensajes de quienes lo siguen.

Finalmente, Juan Pablo, con lesión a nivel T2 desde junio de 2014, camina de manera independiente usando su andador durante hasta una hora y media, por ejemplo, para ir de su auto a misa o a eventos. Aunque no todos los pacientes logran este nivel de movilidad, los pacientes con lesiones torácicas pudieran alcanzarlo sólo si mantienen un compromiso constante con su fisioterapia.

LamiSpine: un tratamiento para lesión medular desarrollado en Verita Neuro

¿Qué es LamiSpine y cuáles son sus beneficios?

LamiSpine es nuestro procedimiento quirúrgico exclusivo, desarrollado en Verita Neuro. Consiste en una cirugía mínimamente invasiva, en la que se expone la médula espinal y se retira una pequeña porción de hueso sobre el nivel de la lesión. Luego, se trasplantan células madre regenerativas en un sitio muy específico de la médula espinal. La intervención se realiza en la frontera entre el tejido sano y el lesionado, donde aún existe actividad neuronal, y se busca la región perivascular, alrededor de los vasos sanguíneos, que contiene citoquinas, proteínas que favorecen la recuperación. Gracias a este protocolo de medicina regenerativa, el tratamiento LamiSpine puede restaurar un nivel significativo de función, incluso en pacientes con lesiones medulares completas.

LamiSpine está disponible exclusivamente en Verita Neuro y lo ofrecemos desde hace más de seis años.

¿Quién puede recibir el tratamiento LamiSpine?

Se trata de un tratamiento bastante avanzado y agresivo, por lo que no todos los pacientes son candidatos. Además, puede presentar algunos efectos secundarios, por lo que somos muy cuidadosos al seleccionar quién puede calificar para este tipo de intervención. En ocasiones, combinamos LamiSpine con estimulación epidural, aunque generalmente recomendamos optar por uno u otro, según las necesidades y características de cada paciente.

¿Qué ocurre después de la cirugía LamiSpine?

Después de LamiSpine seguimos un protocolo de rehabilitación muy específico, en el que se utiliza estimulación eléctrica externa, que sigue siendo una parte fundamental de nuestro trabajo diario, incluso fuera de la estimulación epidural. El programa incluye estimulación eléctrica y electromagnética, así como fisioterapia intensiva y entrenamiento locomotor, con el objetivo de maximizar la recuperación funcional y mejorar la independencia y calidad de vida del paciente.

Tratamiento con Células Madre: el protocolo de medicina regenerativa de Verita

¿Cuáles son los beneficios del tratamiento con células madre?

Las células madre son una opción especialmente eficaz para casos agudos, es decir, pacientes dentro de los primeros uno o dos años tras la lesión. Estas células presentan tres características clave: son antiinflamatorias, regenerativas y regulan el sistema inmunológico, lo que resulta muy beneficioso durante la fase inicial de recuperación. En Verita Neuro, combinamos este tratamiento con fisioterapia, incluyendo ejercicios específicos de suelo pélvico.

Hemos sido invitados en múltiples ocasiones a hablar sobre nuestros casos debido a los resultados excepcionales obtenidos. En pacientes agudos, el 95 % recupera funciones autónomas, como el control de la vejiga, los intestinos y las funciones sexuales. Esto representa un cambio enorme para los pacientes y sus familiares, ya que estas complicaciones pueden ser muy desmoralizantes. Poder ayudar a los pacientes a dejar de usar pañales o evitar accidentes en público constituye un logro transformador en su calidad de vida.

¿De dónde obtiene Verita Neuro sus células madre?

Nuestras células madre se cultivan en laboratorio y no contienen información genética del paciente, por lo que no existen limitaciones sobre qué células se pueden usar para cada paciente. Además, se descartan posibles mutaciones genéticas dañinas, ya que se realizan controles exhaustivos antes de su aplicación.

¿Existen efectos secundarios del tratamiento con células madre?

Inmediatamente después de la administración, los pacientes pueden presentar dolor de cabeza o somnolencia leve. También pueden experimentar molestias en el sitio de la punción lumbar, donde se inyectan las células madre

¿Podría contarnos sobre algún paciente que haya sido tratado con éxito con células madre?

Tuvimos un paciente de 17 años llamado Leo, quien sufrió una lesión medular mientras practicaba surf. Debido a que estaba en una playa remota, tardaron aproximadamente 18 horas en trasladarlo a Guadalajara. Como muchos pacientes, le dijeron que probablemente nunca volvería a caminar.

Sus padres comenzaron de inmediato a investigar tratamientos innovadores y encontraron Verita Neuro. Lo evaluamos aproximadamente 10 días después de la lesión, tras su cirugía. Apenas 12 días después del accidente, inició un programa agudo de 35 días con células madre.

Al finalizar el programa, Leo pudo caminar con un andador y había recuperado el control voluntario de la vejiga, intestinos y funciones sexuales, además de sensibilidad completa.

Durante los dos años siguientes, recibió tres tratamientos adicionales con células madre. Hoy, estudia en la universidad, conduce, camina de manera independiente y controla todas sus funciones. Apenas recuerda cómo era vivir con una lesión medular. Tuvo la suerte de comenzar el tratamiento en la fase aguda, lo que marcó una gran diferencia en su recuperación.

¿Se puede usar el tratamiento con células madre en pacientes después de la fase aguda, dos o más años después de la lesión?

Sí, por supuesto. Recuerdo una paciente que tenía 10 años desde su lesión medular. Tras el tratamiento, recuperó funciones autónomas y del suelo pélvico y también recobró algo de sensibilidad en las piernas. Incluso observamos una mejora funcional de cinco segmentos, pasando de T5 a T12, lo que significa que recuperó movimientos y sensación adicionales. Por lo tanto, las células madre son una opción válida tanto para pacientes agudos como crónicos. Claro que siempre realizamos una evaluación exhaustiva previa, pero los resultados pueden ser muy positivos.

Lo anterior no es una transcripción literal de la conversación en vivo de los doctores. Algunos comentarios han sido modificados o reorganizados para mejorar la fluidez de la lectura. Puedes ver la transmisión completa en vivo en nuestro canal de YouTube.

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